martes, 26 de diciembre de 2006

El Opus Dei, Peligros de una secta...

Publicado en http:/www./nodo50.org/tierraylibertad/
Decía el Papa León XIII que la historia no puede ser una conspiración contra la verdad y Pio X afirmaba “La Iglesia no teme a la verdad porque su misión es difundirla”. Sin embargo, la religión católica, como cualquier otra religión, no hacemos excepciones en este sentido, está plagada de mentiras porque ellas son el único pilar en el que basar su existencia.La canonización de Escrivá de Balaguer no es en sí relevante, el papa Wojtyla canoniza y beatifica casi con la misma facilidad con que se desplaza de un lugar a otro en su avión privado, pero es una prueba más de cómo se manipula a la gente de buena fe.Para canonizar a alguien la iglesia dice que necesita un milagro y, como éstos no existen, cuando las circunstancias lo requieren lo mejor es fabricarlo a la medida.Cuentan los miembros del Opus Dei que una monja, naturalmente prima hermana de uno de los altos “jerifaltes” de la “empresa que montó Escrivá de Balaguer”, tenía bultos en distintas partes de su cuerpo y que éstos desaparecieron tras una oración dirigida al fundador de la “Obra”.Como al parecer no se practicó una biopsia de tales bultos, es difícil decir cual era su etiología. Pero se puede afirmar, sin necesidad de poseer ninguna licenciatura en medicina, que no es el primer caso en que surgen tumores benignos producidos por el estrés, que desaparecen cuando la persona afectada se encuentra en situación de mayor relajación.Si las religiones son un cáncer que debilita la voluntad de los pueblos, la secta católica es un lastre para un país como España, que dice tener una constitución laica. Y, por si fuese poco, dentro de ella ha surgido una subsecta, con todas las características de las más destructivas, que se va adueñando del poder, de las fuentes de la economía y de la credibilidad de las gentes sencillas.Las sectas se caracterizan por el culto a un individuo y el Opus Dei rinde culto a Escrivá de Balaguer. Las sectas, al igual que el Opus Dei, están jerarquizadas y exigen a sus miembros obediencia ciega porque “el que manda no se equivoca nunca”. Las sectas obligan a sus miembros a desprenderse de una buena parte de sus ingresos a favor de su líder y el Opus Dei ha podido construir gracias a ese dinero una ciudad-fortaleza en Barbastro (Huesca) situada en un lugar privilegiado.Por si existiesen pocas ideas de dios, pocas formas de manipular las mentes y aligerar los bolsillos, lo cual es casi una misma cosa, la Iglesia de Roma se une con la Iglesia de España y decide elevar por encima de los demás seres humanos al fundador de una secta tan nefasta como el Opus Dei (aunque todas lo son, debemos reconocer que ésta ha logrado ser la más cáustica por su capacidad camaleónica de infiltrarse en la sociedad).Debemos buscar un mundo sin dios ni amo, sin sectas, gurús, ni nada que impida el libre ejercicio de la libertad individual. Si en nuestra infancia nos hubiesen enseñado a pensar, nos hubiesen dado una educación racional y razonada, todos los Escrivá de Balaguer del mundo no hubiesen tenido nada que hacer. Si hubiesen inculcado en nuestras mentes y nuestros corazones unos principios éticos y no el temor al castigo que se deriva de la cultura judeocristiana, no necesitaríamos escribir artículos como éste.Por eso, la educación, la cultura, la idea de un mundo donde el ser humano pueda elegir entre el bien y el mal es tan querida para el movimiento libertario. Hoy los católicos tienen un santo más a quien rezar, una mentira más con que convencer y manipular.

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