Ellos se regocijan en la inbecilidad de lo "politicamente correcto". En declarar abiertamente que los "otros", los "flaites", los pobres infelices que no tuvieron educación ni el cariño de sus padres, ni la suerte de que alguien les diera un trabajo insulso pero bien remunerado, son la "escoria social" a la que le hace bien estar una temporada en la carcel. Claro, el sistema penitenciario chileno es malo, pero ellos lo son aun más.
Ellos esconden tras caretas de plasticina y ropa cara las falencias del mediocre. Tras sus títulos y cargos, los deseos de haber hecho lo que querían pero no pudieron por que "de sueños no vive el hombre". Ellos vendieron más que su alma a un precio tan bajo...que aunque se las devuelvan, ya no sirve de nada.
Nosotros...vivimos al día, tratando siempre de llegar a fin de mes. Esperando con los dientes apretados que algun día las promesas sean cumplidas.
A nosotros no nos interesa quedar bien con nadie, tampoco que los demás estén bien con nosotros, sól oqueremos tranquilidad.
Somos flaites, somos los indeseables, los que deberian estar presos o mejor aun separados por una gran muralla para no contagiar a los seres hermosos de este lugar con nuestras feas y morenas caras.
Nosotros hemos vivido la libertad de no tener nada que perder, aunque tampoco nada que ganar. Pero quizá ese sea el precio de la libertad...
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