Se terminó! así, sencillamente...se acabó y punto. Algo que no imaginé cuando esto empezó. El momento del que todos hablan pero nadie visualiza...o sea, si lo visualizamos pero siempre desde la emperifollada perspectiva de la tarjeta Village. Aquel glorioso momento donde el alumno (birrete y toga a cuestas) recibe de manos de su sonriente maestro el título que lo transforma en algo más que un ser humano. Mentira.
El momento no tiene nada de idílico, nada de seremonioso....frente a ti hay unas pesonas que pocasa ganas tiene de estar contigo y te hacen preguntas que poco o nada tienen que ver con lo que hiciste, pero en fin, ellos califican...ellos deciden.
En realidad tampoco es para tanto, ni siquiera para perder tiempo en escribir sobre eso....
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